Programa de Conservación de Murciélagos de Perú (PCMP)
Criterio 1: En la zona se ha registrado Amorphochilus schnablii, una especie categorizada Vulnerable (VU) a nivel global (Velazco et al. 2015) y En Peligro (EN) a nivel regional (MINAGRI 2014, Velazco et al. 2018). Es una especie endémica del oeste de Sudamérica, por ello la importancia de conservar un área que alberga a esta especie. También se ha registrado Eumops wilsoni, especie rara categorizada como Datos Insuficientes (DD) a nivel global (Solari, 2016) que sólo estaba registrada en cinco localidades, en Ecuador y Perú. En Perú, únicamente se conocía en el departamento de Lambayeque (Baker et al. 2009; Ludeña y Medina 2017). De esta forma, el AICOM propuesto representa una nueva localidad para la distribución de E. wilsoni al norte de Perú.
Criterio 2: En el Bosque Seco y los Manglares de San Pedro de Vice se han registrado refugios naturales de A. schnablii, que se originan en la aglomeración de vegetación a partir de ramas y árboles achaparrados de algarrobos y mangle. Mientras que el único refugio conocido para Eumops wilsoni es artificial, los restos de una caseta abandonada. Todos los refugios se encuentran próximos a parches de bosque seco y zonas de abundante vegetación principalmente dominada por Typha angustifolia “Totora” y Sporobolus virginicus “Grama”.
Amenaza 1: La tala y quema de vegetación constituyen una de las principales amenazas de este ecosistema. El “algarrobo” Prosopis pallida, especie forestal emblemática del bosque seco piurano, está amenazado por la tala indiscriminada; su madera (leña) es usada ilegalmente como combustible en pollerías, restaurantes, panaderías, ladrilleras y también es procesada para convertirla en carbón vegetal. Así mismo, existe mucha intervención de la población que extrae la madera para construcciones rurales, de manera que en los últimos años la explotación ha originado la degradación del ecosistema. Por ello, el Estado Peruano categoriza a P. pallida en estado vulnerable (VU) para su protección, de acuerdo al Decreto Supremo N° 043-2006-AG que aprueba la categorización de especies amenazadas de flora silvestre (MINAGRI 2006). Los pequeños relictos de bosque seco principalmente se conforman de algarrobo, además de otros pequeños arbustos y hierbas, en conjunto forman un ambiente apropiado para dar lugar a los refugios de murciélagos.
Amenaza 2: La modificación y destrucción de los parches de bosque seco son una amenaza constante para los refugios de murciélagos. Esto se produce a través de la tala ilegal, actividad para el aprovechamiento de recursos. Por otro lado, la quema de vegetación es otra de las amenazas presentes en esta zona ya que con el objetivo de cazar cerdos ferales se quema la vegetación para ahuyentarlos y capturarlos. De esta forma, la quema cerca de los refugios podría estar obligando a los murciélagos a desplazarse a otros sitios, como a centros poblados cercanos y otro tipo de refugios.
Amenaza 5: La invasión de especies exóticas es otra de las amenazas para la biodiversidad nativa. Se ha registrado Sus scrofa (cerdo) y Canis familiaris (perro) (Alves et al. 2020). La existencia de cerdos se debe a que una familia de agricultores, que habitaba cerca de la zona, los introdujo en este ecosistema hace muchos años para ser criados en corrales; pero perdió el control sobre ellos cuando se presentó un Evento del Fenómeno El Niño, reproduciéndose libremente y viviendo hasta la actualidad dentro del manglar de manera silvestre, en un número que supera los 60 individuos (Aquino 2016). Estos cerdos ferales contribuyen a la destrucción del hábitat deambulando por el área comiendo y levantando la vegetación (Charcape-Ravelo y Moutarde 2005). Así mismo la presencia de perros se debe a que la mayoría de personas que realizan actividades extractivas, ya sea pesca o tala entre otras, suelen acudir con sus mascotas. Y las personas dedicadas a la ganadería eventualmente hacen su ingreso al manglar y a zonas aledañas, con ganado generalmente caprino, acarreando como consecuencia la destrucción del hábitat (Charcape-Ravelo y Moutarde 2005).
El área divide su vegetación dominante entre manglares y algarrobales. Los manglares son formaciones vegetales principalmente dominadas por Laguncularia racemosa (mangle blanco) y Avicenia germinans (mangle prieto) y crecen sobre la desembocadura del Dren Sechura. Los algarrobales, junto a otras especies, forman los relictos de bosque seco que aún perduran a unos kilómetros hacia el este del bosque de mangle; este tipo de cobertura vegetal está formado principalmente por árboles achaparrados del género Prosopis que no superan una altura de 10 m.
Además, se pueden distinguir varios tipos de hábitats: un bosque de árboles del género Prosopis, dominado por P. pallida dispersos, con Colicondendron scabridum, Acacia macracantha, y otras especies herbáceas; gracias a las características que llega a presentar este tipo de hábitat se han registrado refugios de murciélagos. Así como en el bosque de mangle (Laguncularia racemosa, mangle blanco y Avicennia germinans, mangle negro) ubicado a ambos lados del canal de mareas, donde se ubica el segundo refugio de A. schnablii; también se distingue un canal de mareas con bordes inundables de 120 ha aproximadamente, una zona desértica desprovista de vegetación, un área de 100 ha aproximadamente con grama y algarrobos dispersos y una playa de arena de unas 100 ha aproximadamente. La elevación promedio es de 5 msnm. La región se caracteriza por un clima extremadamente seco con muy poca precipitación (menos de 50 mm/año) y la temperatura media anual es de 26° C (The Ramsar Convention on Wetlands 2010). Muy cerca a la vegetación de mangle hacia el sur de los Manglares de San Pedro, se hallan algunas zonas inundables y fangosas donde se han formado totorales, dominados por la totora (Typha dominguensis), el junco (Bolboschoenus maritimus), grama salada (Distichlis spicata) y grama (Sporobulus virginicus) (Alzamora et al. 2021).
El 29 de diciembre del año 2000, mediante resolución municipal 094-MDV, se declaró a los manglares como “Área de Conservación Municipal”, una modalidad de conservación que ya no existe (de manera general) en el sistema peruano. El 07 de agosto de 2003, el gobierno regional de Piura declara, junto con el bosque seco aledaño, el reconocimiento como “Santuario Regional de Piura” (Charcape-Ravelo y Moutarde 2005). Finalmente, para el 12 de junio de 2008 es considerado por la Convención RAMSAR como “Humedal de Importancia” o “Sitio RAMSAR” (García-Olaechea y Chávez-Villavicencio 2014).
Amorphochilus schnablii
Eumops wilsoni
Myotis albescens